En su presentación en el Congreso Aço Brasil en San Pablo, Paolo Rocca, Presidente del Grupo Techint, realizó un análisis exhaustivo sobre la situación de la industria del acero, la economía global y la región latinoamericana, destacando los desafíos que enfrenta la industria en un contexto de estancamiento económico y creciente competencia global. Uno de los conceptos clave que abordó fue el de «Licencia social para operar«, subrayando la importancia del compromiso de la industria con las comunidades y el medio ambiente para mantener su legitimidad y sostenibilidad a largo plazo.
Regionalización del Mercado del Acero
Rocca comenzó señalando la transformación del mercado del acero de un modelo globalizado a uno más regionalizado. Destacó que cada región ha adoptado diferentes estrategias para proteger y promover su industria siderúrgica. Por ejemplo, Estados Unidos, Canadá y México han avanzado en la descarbonización mientras protegen su industria a través de políticas estratégicas. En cambio, Europa y Japón, aunque también han implementado subsidios y barreras comerciales como el Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM), enfrentan mayores dificultades debido a los altos costos de energía y mano de obra, así como la competencia de importaciones.
India y China, por otro lado, continúan aumentando su capacidad productiva basándose en tecnologías más contaminantes como los Altos Hornos (AH-BOF), lo que genera un exceso de capacidad y precios de exportación que frecuentemente están por debajo de los costos de producción. En este contexto de fragmentación regional, Rocca subrayó la dificultad de alcanzar una posición común global sobre los desafíos que enfrenta la industria del acero, como la descarbonización y la gestión del exceso de capacidad.
Estancamiento de la Industria Siderúrgica en América Latina
Rocca dedicó una parte significativa de su discurso a analizar el estancamiento de la industria siderúrgica en América Latina, atribuyéndolo al bajo nivel de consumo de acero per cápita. A lo largo de los últimos 15 años, el consumo de acero en la región ha crecido marginalmente, afectando la capacidad de la industria para modernizarse, atraer inversiones y mejorar su competitividad. Esto se debe, en gran medida, al lento crecimiento económico de la región, que sigue dependiendo de sectores primarios y financieros, mientras que las economías desarrolladas y emergentes han logrado un crecimiento mucho más sostenido y diversificado.
Impacto de las Políticas Económicas y el Rol del Estado
Rocca criticó las políticas económicas implementadas por los gobiernos de la región, las cuales, según él, han fracasado en promover un crecimiento sostenible y han contribuido al estancamiento económico. Señaló que la expansión del papel del Estado en la economía, junto con una alta presión fiscal y la proliferación de subsidios, ha desalentado la inversión privada, promoviendo la informalidad y generando inseguridad para la sociedad.
Asimismo, Rocca expresó su preocupación por la «hipertrofia del Estado», argumentando que ha llevado a distorsiones económicas que frenan el desarrollo del sector privado y la competitividad de la región. En este sentido, abogó por la reducción del peso del Estado en la economía y el fomento de la iniciativa privada como motor de crecimiento.
La Importancia de la Licencia Social para Operar
Un punto crucial en la presentación de Rocca fue la «Licencia social para operar«. Este concepto se refiere a la aceptación y aprobación por parte de la comunidad local y otros grupos de interés para que una empresa continúe sus operaciones. Rocca destacó que la industria siderúrgica tiene la responsabilidad de minimizar su impacto ambiental y mejorar la calidad de vida en las comunidades donde opera. Según él, la obtención y el mantenimiento de esta licencia es esencial para la supervivencia de la industria a largo plazo, especialmente en un contexto donde las exigencias medioambientales y sociales son cada vez mayores.
Para lograr esto, Rocca subrayó la importancia de invertir en tecnología y prácticas que reduzcan el impacto ambiental, mejorar la seguridad y la transparencia, y fomentar un diálogo continuo con las comunidades. También mencionó que la «Licencia social para operar» no solo es vital para el desarrollo sostenible de la industria, sino que también juega un papel fundamental en la reducción de emisiones de CO2 y en la transición hacia una matriz energética más limpia.
Desafíos Globales y la Competencia con China
Rocca también abordó la competencia global, destacando el papel de China en la desindustrialización de otras economías, incluyendo las latinoamericanas. China, con su enorme capacidad productiva y su estrategia de expansión global, ha alterado significativamente las dinámicas del comercio internacional, especialmente en sectores como el acero y la manufactura. Esta competencia desleal, impulsada por subsidios estatales y prácticas comerciales agresivas, ha dificultado que otras regiones puedan competir en igualdad de condiciones.
En este contexto, Rocca sugirió que América Latina debería buscar fortalecer su integración con bloques económicos occidentales que compartan valores y principios similares, como el TMEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), Europa, Australia o Japón. Esto permitiría a la región mejorar su competitividad y reducir su dependencia de China, cuya influencia ha contribuido a la primarización de las economías latinoamericanas.
Reindustrialización y Sustentabilidad
Para revertir el proceso de primarización y promover la reindustrialización de la región, Rocca propuso un enfoque integral que incluya la modernización de procesos productivos, la incorporación de nuevas tecnologías y la diversificación de la gama de productos. También subrayó la importancia de fomentar alianzas estratégicas con clientes y proveedores para fortalecer las cadenas de valor y mejorar la competitividad global de la industria siderúrgica latinoamericana.
Finalmente, Rocca enfatizó la necesidad de una descarbonización gradual de la matriz productiva, aprovechando las ventajas competitivas de la región en términos de recursos naturales y energías renovables. Aunque reconoció que la transición hacia una matriz energética más limpia es un desafío complejo y costoso, consideró que América Latina tiene el potencial para liderar este proceso a nivel global, siempre y cuando se tomen las decisiones políticas y económicas correctas.
Conclusiones
En resumen, la presentación de Paolo Rocca en el Congreso Aço Brasil fue una llamada a la acción para la industria siderúrgica latinoamericana, instándola a enfrentar los desafíos del estancamiento económico, la competencia global y las exigencias medioambientales. El concepto de «Licencia social para operar» fue destacado como un elemento clave para asegurar la sostenibilidad y legitimidad de la industria en el largo plazo. Rocca abogó por una mayor integración regional, la reindustrialización y un enfoque estratégico hacia la descarbonización, como pilares fundamentales para el futuro de la industria y la región.
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