El proyecto minero ‘Neodimio’, en Ciudad Real, enfrenta una fuerte oposición por su falta de «Licencia Social para Operar«. Esta licencia no es un permiso oficial, sino el respaldo de la comunidad que permite que una iniciativa opere sin oposición social, especialmente importante en proyectos de alto impacto ambiental como la minería de tierras raras.
Diversas entidades culturales y ambientales, junto con la comunidad local, expresaron su rechazo al proyecto, debido a los efectos sociales y territoriales asociados, como el impacto en la salud pública y los recursos naturales.
El proceso de extracción y refinado de tierras raras es altamente contaminante, utilizando reactivos tóxicos, grandes cantidades de energía y agua, y generando residuos peligrosos. Esto ha causado conflictos socioambientales no solo en países en desarrollo, sino también en naciones avanzadas como Finlandia, Suecia y Estados Unidos.
En Valdepeñas, Torrenueva y Santa Cruz de Mudela, los habitantes se han movilizado masivamente contra el proyecto, alertando que pone en riesgo la sostenibilidad del entorno y sectores clave, como la Denominación de Origen de vinos de Valdepeñas, la producción de aceite de oliva del Campo de Montiel y el Queso Manchego.
Ignorar esta oposición podría comprometer no solo la salud y economía local, sino la confianza pública en las instituciones. Las autoridades deben reconocer la importancia de la licencia social para operar como un elemento indispensable para validar cualquier actividad que impacte en el entorno y en la calidad de vida de las comunidades.
Artículo completo en ValdeRec