En el reciente Congreso de Innovación y Métricas de Intangibles (CIM 2024), organizado por Corporate Excellence, se presentaron más de 30 modelos y herramientas para gestionar y medir los intangibles empresariales1. Estos modelos abarcan aspectos como la reputación, la marca, la sostenibilidad, el propósito y los asuntos públicos, todos ellos estratégicos para las empresas modernas.
Uno de los conceptos destacados fue la Licencia Social para Operar (LSO). Este término se refiere a la aceptación y aprobación continua de las prácticas empresariales por parte de la comunidad local y otros grupos de interés. La LSO va más allá del cumplimiento legal, implicando la legitimidad social que las comunidades otorgan a las empresas para operar en sus territorios. Es crucial para evitar conflictos sociales y asegurar el desarrollo sostenible de los proyectos empresariales.
En resumen, la LSO es un componente esencial en la gestión de intangibles, ya que permite a las empresas construir confianza y cohesión con sus grupos de interés, asegurando así su éxito a largo plazo.
Fuente: sociable.es